15/12/2022
El tráfico de mercancías del puerto mantiene la tendencia al alza hasta noviembre
El Puerto de Marín confirma hasta noviembre su tendencia alcista con respecto al año anterior y mantiene un crecimiento acumulado del 3,4% a falta de un mes para que finalice el ejercicio.
El presidente de la Autoridad Portuaria, Jose Benito Suárez Costa, dio cuenta esta mañana al Consejo de Administración del movimiento de mercancías en los once primeros meses del año que roza ya los dos millones de toneladas, con lo que 2022 finalizará superando esta cifra tal y como se había marcado la entidad en sus objetivos.
Por grupos de mercancías, entre enero y noviembre destaca el incremento de los graneles sólidos, con un crecimiento superior al 23% y muy cerca de registrar un millón de toneladas descargadas. A ello contribuyeron, además de las descargas de cereales, harinas, piensos y forrajes, el crecimiento del capítulo de maderas y corcho.
El otro gran capítulo que registra incremento a falta de un mes para cerrar el ejercicio es el de la mercancía en contenedor, que sube un 5,72% superando el medio millón de toneladas y aumentando el volumen en mercancías como aparatos, herramientas y maquinaria, material de construcción, pesca congelada o productos siderometalúrgicos, entre otros.
El puerto sigue además experimentando un crecimiento de la pesca fresca, que se sitúa en un 13,6% por encima de las cifras del año pasado.
El apartado que más preocupa, según explicó el presidente de la Autoridad Portuaria a los consejeros es el de la mercancía general convencional (la que no va contenerizada), ya que registra una bajada importante como consecuencia de la parada temporal de producción que experimentó la fábrica de Ence.
Suárez Costa volvió a manifestar su preocupación por la situación de la fábrica: “En este momento ya se han perdido 150.000 toneladas de pasta de papel que se dejaron de exportar este año desde el puerto como consecuencia del cierre por sequía de estos meses. Esto serviría como ejemplo de lo que puede ocurrir en un futuro a largo plazo si la fábrica cerrase o trasladase su producción a otro municipio”, explicó el presidente. “Las consecuencias serían devastadoras no sólo para el puerto sino para muchas empresas auxiliares, autónomos y trabajadores”, añadió Suárez Costa.